viernes, 26 de septiembre de 2008

La historia interminable - Michael Ende




El libro se centra en un chico, Bastian Balthazar Bux, quien conoce a un misterioso hombre, dueño de "Libros de Ocasión", una librería de anticuario, de donde roba un libro llamado "La Historia Interminable", que comienza a leer.

El libro comienza en Fantasía, un mundo paralelo que está en peligro de ser absorbido por la Nada, que brota por el reino.La soberana de este mundo, La Emperatriz Infantil misma está gravemente enferma, de tal suerte que se cree que su enfermedad es la causa de la Nada (o viceversa entonces ella envía a la única persona capaz de detener la Nada, consiguiendo una cura para ella, un joven guerrero llamado Atreyu. Se cree que es un hombre valiente, pero en realidad es un muchacho de no más de diez años, de la tribu de los Pieles Verde.

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Mafalda



Mafalda es una nena terrible, simpática y atrevida, quevive en la Argentina de mediados de los 60 y principios de los 70. Esnacida de una típica familia de Buenos Aires (porteña) de clase media.
Esta niña, como todas, tiene una familia y unos amigos que formansu pandilla. Va a la escuela y, en verano, cuando le salen las cuentasa su papá, va de vacaciones. Pero Mafalda no es una niñacomo otra cualquiera. Humilde y comprometida con las etnias, lepreocupa el mundo y no entiende como los adultos pueden llevarlo tanmal. Es famosa en el mundo entero por la gracia de sus preguntas, lainocencia de su mundo y la altura de sus ideales. Luchadora socialincansable, emite manifiestos políticos desde su sillita con unainocente falta de inocencia. Puede decirse que es una revolucionariamás allá del lápiz y el papel. A través de Mafalda y su entorno, suautor, Quino (Joaquín Salvador Lavado), reflexiona sobre la situacióndel mundo y las personas que en él vivimos.

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lunes, 15 de septiembre de 2008

Aspartame, ¿el dulce veneno?



Nuestra fascinación por el dulce más la obsesión por adelgazar explican la popularidad del aspartame o nutrasweet, un endulzante sintético 200 veces más fuerte que el azúcar, pero sin contenido calórico.

El aspartame, sustancia prácticamente desconocida hace tres décadas, es hoy un ingrediente familiar para los consumidores, pues está presente en infinidad de productos alimenticios Diet, expendidos masivamente y consumidos indiscriminadamente y sin reserva por multitudes de personas cuyo propósito es el de cuidar la figura y evitar los problemas de salud como la diabetes que resultan del uso y el abuso del azúcar refinada.

Si usted se dedica a curiosear las etiquetas de los productos Diet o “sin azúcar” (sugar free) expendidos en los supermercados, notará que el aspartame no sólo se encuentra presente en las gaseosas Light o Diet, sino también en mentas, dulces, cereales, chicles sin azúcar, desayunos instantáneos, bebidas de café, postres congelados, gelatinas, jugos, laxantes, bebidas lácteas, multivitaminas, batidos, té, galletas de dieta, mezclas para repostería, yogures y ¡la lista continúa!

El aspartame ha sido un producto polémico desde su aparición. Fue descubierto en 1965 y aprobado en 1974 por la Administración de Alimentos y Bebidas de los Estados Unidos (FDA). Esta primera aprobación fue retirada por objeciones de grupos de científicos que afirmaban que su consumo era peligroso; sin embargo, fue nuevamente aprobado en medio de gran controversia en el año de 1981, y a partir de ese momento empezó a consumirse popularmente. En 1983 se aprobó el uso del aspartame en bebidas gaseosas y en los jarabes usados para prepararlas, con lo que su uso se masificó.

Mientras los fabricantes de productos que lo contienen alegan que “no hay suficiente evidencia” de que el uso del aspartame conlleve a daño alguno para la salud, muchos investigadores científicos insisten en afirmar que “es la sustancia más peligrosa en el mercado entre todos los aditivos a las comidas” y que su consumo tiene que ver con el 75 porciento de las reacciones adversas a estos aditivos.

Y, como dice el refrán: “cuando el río suena, piedras lleva” Se ha documentado que el aspartame (cuyos componentes son los aminoácidos fenilalanina y ácido aspártico, acompañados por metanol) causa daños al sistema nervioso central, hasta el punto de ser considerado una toxina peligrosa y estar en la lista de “venenos químicos”

Se afirma que los aminoácidos de laboratorio contenidos en el aspartame no son manejados por el cuerpo del mismo modo que los que se ingieren en los alimentos, sino que parecen inundar el torrente sanguíneo de una manera extraña, provocando serios problemas de salud. Más de 90 síntomas se asocian con el uso continuo de este endulzante “dietético”, entre los cuales están las migrañas, dolores de cabeza, mareos, náusea, entumecimiento, espasmos musculares, rasquiña, depresión, fatiga, irritabilidad, taquicardia, insomnio, problemas de visión, sordera, palpitaciones cardíacas, dificultades para respirar, ataques de ansiedad, falta del sentido del gusto, tinnitus, vértigo, pérdida de la memoria, dolores en las articulaciones, cambios en la visión, inflamación cerebral e incluso convulsiones.

Ni qué decir de las enfermedades crónicas ligadas a su consumo: problemas renales, inflamación del páncreas, tumores cerebrales, esclerosis múltiple, epilepsia, fatiga crónica, enfermedad de Parkinson, Alzheimer, retardo mental, linfoma, defectos de nacimiento y fibromalgia.

Lo más irónico es que el consumo del aspartame se ha asociado con el sobrepeso y la diabetes, dos de los problemas de salud que muchos consumidores del producto desean evitar cuando lo utilizan.
Muchos nutricionistas sugieren que si deseamos consumir dulces, usemos con moderación aquellos que contienen una forma natural de azúcar y tratemos de evitar los sustitutos químicos.

Algunas opciones naturales podrían ser la miel de abejas, el azúcar morena, o el endulzante de estevia, una hierba de cuyas hojas se extrae un dulce natural, 300 veces más fuerte que el azúcar (sus productores afirman que unas cuantas gotas equivalen al dulce de una cucharadita de azúcar). A diferencia del azúcar refinada, la estevia contiene nutrientes y se considera además un energético.

Antes de usar cualquier sustituto del azúcar, nos informemos acerca de las consecuencias de su consumo. No perdamos de vista que existen grandes corporaciones detrás de la producción del aspartame y de otros químicos sintéticos. Por lo tanto, antes de confiar en cualquier información, averigüemos quien la sustenta. Y, como siempre, démosle preferencia al dulce de las frutas y de los alimentos que nos ofrece la madre naturaleza con amor y ¡con las mejor de las intenciones!

domingo, 7 de septiembre de 2008

¿Es el tiempo una ilusión?




Albert Einstein ya había demostrado que la realidad temporal es relativa a cada objeto del universo, y que el tiempo es una “materia” inseparable del espacio.

“El tiempo es el mejor antologista, o el único, tal vez”, Jorge Luis Borges, escritor argentino.

“En realidad nunca podemos ver el tiempo”, asegura Carlo Rovelli. “Solo vemos relojes. Si dices que este objeto se mueve, lo que en realidad significa es que este objeto estaba aquí cuando la manecilla de tu reloj estaba aquí, etc. Decimos que medimos el tiempo con relojes, pero solo vemos las manecillas de los relojes, no el tiempo en sí mismo”. Defensor incurable del universo sin tiempo, el físico de la Universidad del Mediterráneo en Marsella, Francia, da cuenta de cuán ilusorio puede resultar el gran universo a nuestros ojos, nuestras mentes y, aun, a la mente de nuestros científicos. “Es un tema que ha desconcertado a muchos teóricos. Puede que la mejor forma de pensar en la realidad cuántica sea abandonando la noción de tiempo; que la descripción fundamental del universo debe ser atemporal”.

La percepción general de que el tiempo no sólo se mueve sino que lo hace en una determinada dirección, no es ajena a prácticamente ningún ser consciente del planeta Tierra. Sin embargo, al igual que nuestros ojos se engañan al ver materia donde no la hay (el 99,99% de nuestros cuerpos es vacío puro) nuestra mente podría estar generando la ilusión más mística de la que podamos empezar a tener conciencia, con respecto a un factor tan fundamental en el universo como lo es el paso del tiempo.

En un artículo publicado en la edición de agosto del 2003 por la revista Foundations of Phisics Letters, un joven estudiante de Wellington, Nueva Zelanda, llamado Peter Lynd, dio inicio a lo que tal vez sean los albores del fin del concepto “tiempo” dentro de la mente de muchos de los físicos teóricos más respetados del mundo. Su audacia le valió la comparación con el célebre Albert Einstein y su revolucionaria forma de contemplar el universo.

En el ensayo titulado “El tiempo y las mecánicas clásica y cuántica: indeterminación vs. discontinuidad”, Lynd sugiere la necesidad de revisar desde el inicio todos los parámetros establecidos en torno al tiempo, el movimiento y la posición relativa de los cuerpos en el espacio. Sus escritos desafían inclusive a los argumentos teóricos respecto a la naturaleza del tiempo propuestos por el conocido físico británico Stephen Hawking, catalogado como una de las mentes más prodigiosas de la actualidad.

En su ensayo, Peter Lynd pone en jaque al concepto de tiempo mediante ejemplos simples e innovadores: “Imagine una taza atraída a cualquier velocidad, grande o pequeña, contra su escritorio. Luego pregúntese si tiene o no una posición relativa determinada con respecto al escritorio en cualquier momento mientras se encuentra en movimiento. Y luego pregúntese, ¿existe algún momento en el cual la taza no esté en movimiento y en que su posición relativa al escritorio no esté cambiando constantemente?”

Desde los tiempos de las famosas paradojas de Zenón, pasando por el tiempo absoluto de Newton y llegando a la actualidad, en los problemas como el propuesto la taza siempre podría ser detenida en el tiempo para analizarse su posición respecto al escritorio. Pero observándolo desde una perspectiva más detenida, Lynds cree que no importa cuán pequeño sea el intervalo de tiempo usado para medir la velocidad, o cuan despacio se mueva el objeto, al final debemos aceptar que en ningún momento deja de moverse. La quietud es un fenómeno ilusorio, incluso para objetos que creemos que están quietos. Por lo tanto, en medio de tales revoluciones conceptuales (movimiento constante de todos los cuerpos del universo), no quedaría otra opción que aceptar la desintegración del concepto de paso de tiempo. Todo se encuentra en movimiento; o nada se halla en tal estado. El universo se comportaría como un solo bloque en el que todos los sucesos de la historia se encuentran aglomerados de una forma mística y ajena a nuestra efímera imaginación. “Puede ser contrario a la intuición, pero realmente es bastante simple”, asegura Lynds. “De alguna forma, casi desearía que no fuera tan extraño, ya que yo diría que algunos encontrarán este aspecto un poco difícil de tragar. De cualquier forma, es correcto”.

Pero no solo la existencia del tiempo se encuentra rodeada de acalorados debates en el círculo científico. Su extraña direccionalidad tampoco es algo que alguien pueda explicar con facilidad. Desde la gravedad de Newton hasta la relatividad de Einstein, nunca han existido impedimentos en las formulaciones teóricas para que el tiempo no pueda moverse en dirección contraria al que se mueve (o que creemos que lo hace). Sin embargo, enigmáticamente nunca lo hace, a pesar de la “libertad matemática” de la que goza.

“Es bastante misterioso por qué tenemos una flecha del tiempo tan obvia”, dice Seth Lloyd, ingeniero de Mecánica Cuántica del MIT. “La explicación habitual de esto es que para especificar lo que sucede a un sistema, no solo tienes que especificar las leyes físicas, sino también alguna condición inicial o final”.

Simon Saunders, un filósofo de física en la Universidad de Oxford, también hace mella de cuán confusa se ha tornado la naturaleza del tiempo para los científicos actuales. Sus palabras resumen mucho de lo que sus colegas no se atreven a mencionar: “La situación es tan incómoda que lo mejor que puede hacer uno es, de lejos, declararse agnóstico”.

La mayoría de nosotros se encuentra profundamente convencido a nivel inconsciente, de que un gran reloj cósmico se encuentra marcando el tiempo a cada segundo fuera de este espacio descomunal llamado universo. No obstante, desde principios del siglo pasado, Albert Einstein ya había demostrado que la realidad temporal es relativa a cada objeto del universo, y que el tiempo es una “materia” inseparable del espacio. Incluso los especialistas encargados de sincronizar la hora a nivel mundial, son concientes de que el mundo se maneja arbitrariamente mediante un tic-tac estipulado, ya que los relojes no son capaces de medir el tiempo en absoluto. Al parecer, la única alternativa es sumirse en la “ilusión temporal” del presente infinitesimal, a sabiendas de la existencia de un espacio en el cual lo que hicimos aún se encuentra allí, lo que hacemos de igual modo, y lo que haremos no se distingue de lo anterior. O tal como el propio Einstein diría: “la gente como nosotros, que cree en la física, sabe que la distinción entre el pasado, el presente y el futuro es solo una ilusión obstinadamente persistente”.

¿Es posible viajar en el tiempo?



Todos viajamos en el tiempo. Durante este último año, yo me he movido hacia adelante un año, y ustedes también. Otra manera de decir eso es diciendo que viajamos en el tiempo a la velocidad de 1 hora por hora.

Pero la pregunta es, ¿podemos viajar en el tiempo a mayor o menor velocidad que "1 hora por hora"? ¿O podemos realmente viajar hacia atrás en el tiempo, retrocediendo digamos 2 horas por hora, ó 10 ó 100 años por hora?



Albert EinsteinEl gran científico del siglo 20, Albert Einstein, desarrolló una teoría denominada Relatividad Especial. Las ideas de la Relatividad Especial son muy difíciles de imaginar porque no son cosas que experimentamos en la vida diarias, pero los científicos las han confirmado. Esta teoría dice que el espacio y el tiempo son realmente aspectos de la misma cosa: del tiempo espacial. Hay un límite de velocidad de 300,000 kilómetros por segundo para cualquier cosa que viaje a través del tiempo espacial, y la luz siempre viaja al límite de velocidad.

La Relatividad Especial también dice que ocurre algo interesante al movernos a través del tiempo espacial, especialmente cuando tu velocidad relativa a otros objetos es cercana a la velocidad de la luz. El tiempo pasa más lentamente para ti que para las personas que has dejado atrás. No observarás este efecto hasta que regreses a esas personas estacionarias.

Digamos que tenías 15 años de edad cuando abandonaste la Tierra en una nave espacial viajando a aproximadamente el 99.5% de la velocidad de la luz, que es mucho más rápido de lo que podemos lograr hoy en día, y celebraste sólo cinco cumpleaños durante tu viaje espacial. Cuando llegues a casa a los 20 años de edad, ¡encontrarás que todos tus compañeros de clase tienen 65 años de edad, están jubilados y disfrutando de sus nietos!





En cierto sentido, esto significa que has estado viajando en el tiempo. Habrás experimentado sólo cinco años de vida, mientras que tus compañeros de clase habrán experimentado 50 años enteros. Esta es una manera de viajar al futuro a una velocidad mayor que 1 hora por hora.

Los viajes en el tiempo de cierto tipo también ocurren para los objetos dentro de campos gravitacionales. Einstein tenía otra teoría asombrosa denominada Relatividad General, que predice que el tiempo pasa más lentamente para los objetos en campos gravitacionales (como aquí en la Tierra) que para los objectos lejanos de tales campos. De modo que existen todo tipo de distorsiones del tiempo cerca de los agujeros negros, donde la gravedad puede ser muy intensa.

En los últimos años, algunos científicos han usado estas distorsiones en el tiempo espacial para pensar de posibles maneras en que podrían funcionar las máquinas de tiempo. Algunos consideran la idea de los "agujeros tubulares", que podrían ser atajos a través del tiempo espacial. Esta y otras ideas son interesantes experimentos del pensamiento en este momento, y tal vez no sean posibles para los objetos reales, pero están basadas en conceptos científicos sólidos. Sin embargo, en todos los viajes en el tiempo permitidos por la ciencia, no hay manera en que un viajero pueda retroceder a un momento anterior al cual se había construido la "máquina de tiempo".

Es increíble pensar con respecto a los viajes en el tiempo. ¿Qué sucedería si retrocedieras en el tiempo y hubieras impedido que se conozcan tu papá y tu mamá? ¡Hubieras evitado tu propio nacimiento! Pero entonces, si no hubieras nacido, no podrías haber regresado en el tiempo para impedir su encuentro.

Tengo la confianza de que los viajes en el tiempo hacia el futuro son posibles. Tendríamos que desarrollar tecnología avanzada para hacerlos. Podríamos viajar 10,000 años hacia el futuro y cumplir sólo 1 año durante ese viaje. Sin embargo, un viaje de este tipo consumiría una cantidad extraordinaria de energía. Los viajes en el tiempo hacia el pasado son más difíciles. No comprendemos demasiado bien la ciencia en la cual se basa.

En realidad, los científicos e ingenieros que planifican y operan algunas misiones espaciales deben tener en cuenta las distorsiones del tiempo que ocurren debido a la Relatividad General y Especial. Estos efectos son demasiado pequeños para que tengan importancia en términos humanos o a lo largo de una vida humana. Sin embargo, las minúsculas fracciones de segundo sí importan para el trabajo preciso necesario para hacer volar las naves espaciales a través del Sistema Solar.