sábado, 6 de marzo de 2010

Defectos de construcción y las Leyes de Murphy



Edward A. Murphy Jr. fue un ingeniero de desarrollo, que trabajó para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos a fines de los años 40 en experimentos con cohetes sobre rieles. Fue quien dió origen a las muy conocidas Leyes de Murphy.

La Leyes de Murphy son una forma de explicar los infortunios en todo tipo de ámbitos, que básicamente expresan que si algo puede salir mal, seguramente saldrá mal.

Existe una tendencia a enfatizar (aún humorísticamente) el lado negativo («La probabilidad de que una rebanada de pan untada de mantequilla caiga con el lado de la mantequilla hacia abajo es proporcional al precio de la alfombra»), aunque desde un punto positivo significa que es importante considerar todas las posibilidades al planificar una acción, de cualquier tipo.

Hoy la Ley de Murphy se puede resumir en 10 corolarios:
1. Si algo puede salir mal, saldrá mal.
2. Todo lleva más tiempo del que usted piensa.
3. Si existe la posibilidad de que varias cosas vayan mal, la que cause más perjuicios será la única que vaya mal.
4. Si usted intuye que hay cuatro posibilidades de que una gestión vaya mal y las evita, al momento aparecerá espontáneamente una quinta posibilidad.
5. Cuando las cosas se dejan a su aire, suelen ir de mal en peor.
6. En cuanto se ponga a hacer algo, se dará cuenta de que hay otra cosa que debería haber hecho antes.
7. Cualquier solución entraña nuevos problemas.
8. Es inútil hacer cualquier cosa a prueba de tontos, porque los tontos son muy ingeniosos.
9. La naturaleza siempre está de parte de la imperfección oculta.
10. La madre Naturaleza es una perezosa.

En el artículo “Largaron …” del día 13 de marzo decíamos: “En el Partido Nacional (PN) sería toda una sorpresa que Jorge Larrañaga pierda la nominación a candidato único de su partido, aunque la reciente postulación del ex Presidente Luis Alberto Lacalle pone un pequeño grado de incertidumbre.”


Para el Dr. Larrañaga ese “pequeño grado de incertidumbre” parece comenzar a tomar tamaño, quizás en una aplicación de las Leyes de Murphy.

El Herrerismo, derrotado en las internas del 2004 de forma humillante, pretendió experimentar una suerte de renovación habilitando a que Luis Alberto Heber, Carmelo Vidalín, y Juan Chiruchi tomaran el reto, en un recambio que no fue bien recibido por la ciudadanía del sector. Hoy volverán a encolumnarse detrás del ex Presidente y caudillo del sector.

Es bueno destacar como elemento comparativo de futuro, que la candidatura del “Cuqui” arranca con encuestas que marcan, en la interna partidaria, a Larrañaga con el 51% seguido de Lacalle con el 24%, más atrás Vidalín, con el 17% mientras que el 8% se encuadró dentro de indecisos. Lacalle ya obtuvo el apoyo de su ex vicepresidente, Gonzalo Aguirre, de ex colorados como Alejandro Végh Villegas, Leonardo Guzmán y “Quico” Bouza, va tras los pasos de Gallinal y de otros dirigentes blancos.

Por otro lado Larrañaga se ve envuelto en medio de una tormenta producida por su propia incapacidad.


En 1995 los plazos apuraban. El presidente de la AUF, Maglione, al ver el atraso en la construcción del Estadio Artigas de la ciudad de Paysandú, advirtió que la subsede se pasaría a otro lugar porque no se llegaba con la obra a tiempo. Así que Larrañaga (Intendente en ese momento) se puso violento, se enojó, golpeó mesas, gritó mucho y dijo que de ninguna manera se perdería la subsede y que él llegaría.

Y se llegó a tiempo, pero no en forma.

En el primer partido se dieron cuenta de que faltaba una hilera entera de asientos y se sustituyeron por sillas de PVC conseguidas en una empresa funeraria local pues los argentinos esperaban impacientes con el boleto en la mano. Hoy, una buena parte del complejo deportivo está clausurada.

El diputado del Frente Amplio por Paysandú, Juan Domínguez, planteó en el plenario de la cámara las fallas de la tribuna Oeste del Estadio Artigas y no descarta la solicitud de una comisión investigadora, si las pruebas así lo ameritaran.



Dijo también el legislador que «la obra se realizó siendo el ingeniero David Doti (actual Diputado), el director de Obras de la administración de Jorge Larrañaga, (siendo) el ex secretario general el escribano Alvaro Lamas».

«Al igual que ocurriera con el Estadio de la ciudad de Guichón, donde por padecer vicios en la construcción que provocaron la caída de las gradas la Intendencia Municipal de Paysandú ha sido condenada al pago de indemnizaciones por tales infelices sucesos acaecidos en 1993, respondiendo por su falta de servicio, al no haber actuado en la oportunidad conforme lo imponen la ley 9.515, las ordenanzas municipales sobre construcción y el artículo 24º de la Constitución».

En su alocución Domínguez también dijo que «se ha pretendido defender, sin ningún argumento válido, la actitud negligente de la administración municipal de la época de la construcción del Estadio Artigas y del Estadio de Guichón, este último en comodato a la Liga de Fútbol de esa ciudad. La Intendencia está obligada a controlar todas las obras porque las ordenanzas de construcción y edificación así lo establecen, pero mucho más si la propiedad es suya y todavía más aún si la prestó en régimen de comodato a un tercero, suministrando materiales para la construcción, por lo que estaba en pleno conocimiento de que las gradas que ocasionaron la gran tragedia de Guichón se estaban haciendo y debió controlarlas en forma».

La verdad es que el estadio Artigas de Paysandú, construido en un año, es hoy una obra en peligro de derrumbe.

Aún no se puede realizar denuncia formal porque los documentos de la obra no aparecen. El Intendente de Paysandú Julio Pintos indicó que se están “buscando afanosamente los documentos de la obra del estadio y no se encuentran“. Consultado acerca de la posición de la presente administración frente a este caso, el intendente anunció que se elevó el informe al ministro de Transporte y Obras Pública para determinar de una vez “si podemos reconstruir todo o se debe tirar todo abajo y comenzar de nuevo, fijando costos“. “A nivel de asesoría legar estamos evaluando un estudio de responsabilidades que contemplaría efectos jurídicos y empresariales“.

Por su parte desde la bancada frentista se recuerda un hecho que no pasó desapercibido en Paysandú: la intensa quema de papeles al final de la administración Lamas, unos días antes de la asunción de Pintos, en el mismo Palacio Municipal.

Hoy, es imposible no pensar en una asociación entre ese hecho y la imposibilidad de encontrar esos documentos.

Sin ellos, no cabría una denuncia penal, ya que no se pueden identificar responsables. La documentación que existe es muy confusa, ya que hay planos sin firma. Hoy no se puede saber aún si hubo negligencia, o si el material de obra se pagó pero no llegó a destino.

Los blancos aseguran que todo está en regla y en buenas condiciones de funcionalidad, pese a los informes.

Finalmente, parece que el Dr. Larrañaga con el pasar de los años no ha comprendido que las grandes construcciones, sean edilicias o políticas, necesitan de bases firmes y sólidas.

Las Leyes de Murphy, que el Senador Larrañaga parece no haber tenido en cuenta, comienzan a recodarle que si algo puede salir mal, saldrá mal y que cuando las cosas se dejan a su aire, suelen ir de mal en peor.

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