Los premios Ig Nobel son una parodia de los premio Nobel; organizados por la revista Annals of Improbable Research (AIR). La gala de entrega se realiza en el Sanders Theatre, de la U. de Harvard. Su aceptación y popularidad desde su institución en 1991 es creciente. Estos premios galardonan los logros de investigaciones inusuales, risueñas, imaginativas, para estimular el interés por la ciencia, la medicina y la tecnología.
Aviación
Para los argentinos Patricia Agostino, Santiago Plano y Diego Golombek, por descubrir que los hamsters se recuperan mejor del desfase horario si previamente toman Viagra.
Paz
Al Laboratorio de la Fuerza Aérea Patterson Wright, en Dayton (Ohio), que sopesó la posibilidad de fabricar una bomba gay para provocar la homosexualidad en el enemigo y con ello minar la moral y la disciplina de las tropas.
Lingüística
Juan M. Toro, Josep Trobalon y Sebastián Gallés, de la U. de Barcelona, por su estudio que demuestra que las ratas no distinguen entre el japonés y el holandés cuando las personas hablan esas lenguas al revés.
Medicina
Al británico Brian Witcombe y el estadounidense Dan Meyer por un análisis de los efectos secundarios de introducirse espadas por la garganta. Llegaron a la conclusión de que ocasionaban irritaciones.
Química
La japonesa Mayu Yamamoto por su método para extraer esencia de vainilla de los excrementos de la vaca.
Física
L. Mahadevan, de la U. de Harvard, y Enrique Cerda Villablanca, de la U. de Santiago, fueron reconocidos por su estudio sobre cómo se arrugan las sábanas.
Economía
Al taiwanés Kuo Cheng Hsieh, que patentó un dispositivo que lanza una red para capturar atracadores de bancos.
Biología
La holandesa Johanna van Bronswijk por realizar un censo de los ácaros, arañas, crustáceos, bacterias, algas, helechos y hongos que residen en las camas de los seres humanos.
Literatura
Glenda Browne, de Australia, por su estudio de la palabra 'the' (se traduce según los casos, por 'el', 'la', 'los' y 'las') y los problemas que causa su indexación.
Nutrición
Brian Wansink, de la U. de Cornell, por estudiar el apetito de las personas, al darles un plato de sopa sin fondo cuyo contenido nunca se acababa.
domingo, 30 de marzo de 2008
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