viernes, 4 de abril de 2008
Edgar Alan Poe
Es Edgar Allan Poe un maestro del género de terror. Sus relatos cortos que se cuentan por docenas son tan sumamente excepcionales que no solo los amantes del género suelen tenerlos como libros de cabecera, sino que hasta el menos aficionado habrá oído hablar de ellos o incluso los habrá visto tanto en la pequeña o gran pantalla. Los cuentos de Poe han sido llevados al cine una y otra vez y aunque quizás creáis que no conocéis ninguna de sus historias, seguramente más de una historia vista en televisión tiene su origen en un relato de Poe.
La vida de este escritor estadounidense es casi tan estremecedora como muchos de sus relatos. Siempre deseó ser poeta, era su máximo anhelo, pero las necesidades económicas lo condujeron a la prosa. Aunque no podemos decir que fuese el creador de los relatos de miedo fue un maestro en su arte y fue quien inició la novela policiaca; su relato 'El escarabajo de oro' (1843), que trata de la búsqueda de un tesoro enterrado, es buena prueba de ello.
Su corta vida estuvo siempre marcada por la depresión, su tendencia a la melancolía y su afición al alcohol y a las drogas que acabaron por destruirle.
Nació en Boston el 19 de enero de 1809. Sus padres, actores de teatro itinerantes, murieron siendo él niño, y fue criado por John Allan, un hombre de negocios rico de Richmond (Virginia), que probablemente fue su padrino. A los seis años viajó con la familia Allan a Inglaterra donde ingresó en un internado privado. Después de regresar a Estados Unidos en 1820 siguió estudiando en centros privados y asistió a la universidad de Virginia durante un año, pero en 1827 su padre adoptivo, disgustado por la afición del joven a la bebida y al juego, se negó a pagar sus deudas y le obligó a trabajar como empleado.
Contrariando la voluntad de Allan, Poe abandonó su nuevo trabajo, que detestaba, y viajó a Boston donde publicó anónimamente su primer libro, Tamerlán y otros poemas (1827). Poco después se alistó en el ejército, en el que permaneció dos años. En 1829 apareció su segundo libro de poemas, Al Aaraf, y se reconcilió con Allan, que le consiguió un cargo en la Academia militar, pero a los pocos meses fue despedido por negligencia en el deber; su padre adoptivo le repudió para siempre.
Al año siguiente de publicar su tercer libro, Poemas (1831), se trasladó a Baltimore, donde vivió con su tía y una sobrina de 11 años, Virginia Clemm. En 1832, su cuento 'Manuscrito encontrado en una botella' ganó un concurso patrocinado por el Baltimore Saturday Visitor. De 1835 a 1837 fue redactor de Southern Baltimore Messenger. En 1836 se casó con su joven sobrina y durante la década siguiente, gran parte de la cual fue desgraciada a causa de la larga enfermedad de Virginia, Poe trabajó como redactor para varias revistas en Filadelfia y Nueva York. En 1847 falleció su mujer y él mismo cayó enfermo; su desastrosa adicción al alcohol y las drogas, contribuyeron a su temprana muerte en Baltimore, el 7 de octubre de 1849.
El 3 de octubre se celebraba en la ciudad unos comicios. Poe como un vagabundo más, se acercó a esta población para recibir el dinero que la chusma de borrachines recibían a cuenta de ciertos partidos por depositar un voto a su favor. El dinero que posiblemente necesitase el autor para emborracharse no lo llegó a cobrar nunca. Fue hallado semiconsciente tirado en la calle. Llevaba puestas ropas harapientas que ni siquiera eran suyas. Fue ingresado en el hospital y cuatro días más tarde falleció en medio de terribles delirios e incesantes imágenes de terror que acosaban su mente agotada.
El tío de Poe declaró a su muerte: "Había conocido tanto dolor y tenía tan pocos motivos para sentirse satisfecho con la vida que este cambio apenas puede considerarse una desgracia"
Edgar Allan Poe vivió una vida tortuosa marcada por el dolor, dolor que nacía de su alma melancólica y depresiva y que intentó calmar mediante las drogas y el alcohol. Por su puesto no solo no lo consiguió, sino que logró perderse para siempre en algún paraje escalofriante de los nacidos de su mente. Murió con tan solo 40 años y nos dejó páginas y páginas de horror, impregnadas en su sudor alcohólico y su sangre envenenada.
Para ser justos con el miedo que brota de cada página de los relatos de terror de Poe, deberíamos mencionarlos todos. Cualquiera de ellos es capaz de ponerle los pelos de punta y de erizarle la piel al lector más curtido. Sin embargo para no agotar el espacio, seleccionaremos nuestros preferidos.
Parte de su obra
Annabel Lee
Coloquio Entre Monos y Una
Cuatro Bestias en Una
El Barril de Amontillado
El Corazón Delator
El Cuervo
El Demonio de la Perversidad
El Diablo en el Campanario
El Entierro Prematuro
El Escarabajo de Oro
El Gato Negro
El Hundimiento de la Casa Husher
El Poder de las Palabras
El Pozo y el Péndulo
El Retrato Ovalado
La Carta Robada
La Durmiente
La Máscara de la Muerte Roja
La Verdad Sobre el Caso del Señor Valdemar
Las Campanas
Leonora
Ligeia
Los Crímenes de la Rue Morge
Los Hechos en el Caso de M. Valdemar
Manuscrito Hallado en Una Botella
Morella
Poemas
Revelación Mesmérica
Silencio
Un Descenso al Maelstrom
Un Sueño en Un Sueño
Una Historia de las Montañas Ragged
William Wilson
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